martes, 8 de marzo de 2011

Entre lineas.


Que terco que sos…
¿Por qué no puedes escuchar lo que te digo?
Estoy cansada de repetirte que no soy una persona para querer,
por lo menos no de la manera que decís hacerlo.
Esperas que te quiera de la misma forma y yo…
no sé hacerlo, no quiero hacerlo.
No voy a aceptar en mi vida la carga que significa quererte,
cuando este amor es un obstáculo en nuestro camino
¿Qué no lo ves?
Somos un error del destino,
una treta para nuestra felicidad,
una trampa de deseos que se confunden con sentimientos,
una travesura del universo.
Entonces,
¿Por qué te haces victima voluntaria de mis enredos emocionales?
Si me canso de decirte que son cosa mía,
y que no te quiero allí, complicado conmigo
¿Muy difícil de comprender?
Hay personas potencialmente peligrosas a la hora de amar,
yo califico entre esas con honores,
y vos vas entrando entre ese rango con rapidez
¿Por qué apuñalarnos así voluntariamente?
Si estamos condenados a odiarnos
no hay razón para insistir en querernos;
si es imposible…
¿Por qué no buscar aquello que quieres en verdad?
Alguien sosegado que te quiera de la forma que quieres.
Un amor menos complicado,
más romántico, menos exuberante;
un remanso de paz,
algo distinto a esta ruidosa cascada que somos los dos.
¿Para qué crear esperanzas sobre ilusiones vanas?
Es tonto recrearse en lo que no se debe sentir,
es tonto desear lo que no se debe tener,
es inútil soñar con lo que nunca ha de existir.
¿Para qué decir entonces que me quieres,
si no encontraras respuesta en mi?
Si todo contigo es prohibido,
si todo contigo está errado,
si un “tú y yo” más que utopía suena a quimera.
¿Para qué?...
¿Para qué tratar de leer entre líneas lo que no se debe saber?
¿Para qué saber entonces lo que te callo?
Si a veces el que calla otorga,
y yo no quiero tener más para darte…
"Para huir de ti entre el miedo y la urgencia de volar"

No hay comentarios:

Publicar un comentario